Uniminuto transforma el tejido social
La institución desarrolla, a través de su línea transversal, actividades de formación integral de los estudiantes para mejorar la calidad de vida de la comunidad girardoteña y sus alrededores.

Desde que el padre Rafael García-Herreros puso el primer ladrillo para la construcción de su anhelado proyecto, llamado Minutos de Dios, que inició su obra social. Era 1955 cuando el cura García-Herreros inicia la atención a los pobres con la edificación de viviendas para las comunidades más vulnerables de Bogotá, con lo que también buscó que el sector fuera una comunidad cristiana organizada, solidaria y progresista.
Un gesto inspirador del sacerdote generó que la Corporación Universitaria Minuto de Dios, a escala nacional, incluyera en su plan de estudios materias transversales enfocadas al contacto social y el servicio a la comunidad. Por su parte, el docente de Uniminuto, Oswald Reyes, indicó que cada uno de los alumnos deben “formarse, tanto profesional como personalmente, pues la realidad social así lo requiere” (sic).
Reyes, quien actualmente orienta Desarrollo Social Contemporáneo, materia transversal, aseguró que con las actividades que se hacen junto con la Policía, Casa de Justicia y los estudiantes de todas las carreras, de Uniminuto Girardot, «se han logrado grandes cambios como el embellecimiento de parques o instituciones educativas, que permiten un mejor desenvolvimiento y aprovechamiento de los lugareños en estos espacios” (sic).
“Que nadie se quede sin servir”: Rafael García-Herreros.
En la institución, la Proyección Social es uno de sus sellos diferenciales y se enmarca en el pensamiento social de la Iglesia católica, tal y como recalcó Francisco de la Roche, coordinador de Proyección Social, “el objetivo nace con la filosofía del padre García-Herreros; por esto, y en agradecimiento, nuestra misión es el servicio y la transformación social” (sic).
Responsabilidad social desde la academia

Educandos que adelantan asignaturas transversales o realizan su práctica profesional encuentran en tales actividades un nuevo sentido a su carrera. Uno de ellos es Smith Barbosa, cursante de Comunicación Social y Periodismo, quien afirmó que “sensibilizan e invitan a la reflexión sobre la manera en la que convivimos”. También, aseguró que la iniciativa proporciona un valor agregado a los graduados de la institución.
Asimismo, habitantes de los sectores intervenidos agradecen y exaltan la labor de los alumnos, asegurando que “los jóvenes se forman como personas y aportan algo positivo a la comunidad, como recreación, manualidades, charlas y capacitaciones que mejoran las condiciones de vida” (sic), tal y como aseguró Carmenza Martínez, habitante del barrio La Esmeralda, que junto con su familia colabora en la organización de los talleres.
Etiquetas Proyección Social, Casa de Justicia, Comunidad, Uniminuto, CED.

Por: María Alejandra Zarta Martínez – Óscar Javier Imbáchiz Ortiz
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